Se acerca el otoño. Sí, ya se que según nuestro calendario el otoño empezó hace ya un tiempo, pero el clima no sabe de fechas. Aún faltan unas semanas para que el otoño siente bases y la temperatura se estabilice en valores templados a frescos. En esa transición, todavía gozamos de días cálidos, incluso veraniegos (no es calentamiento global) que nos invitan a pasear por el jardín y disfrutar de las hermosas floraciones que nos regala la estación y las hojitas que empiezan a pintar un paisaje soñado. (Ver las imperdibles del Otoño)
Lejos de la quietud que puede insinuarnos el frescor y ese paisaje que invita al remanso, el jardín atraviesa durante el otoño una de las épocas más activas del año. Es momento de poner manos en la tierra. Trasplantes, siembras, abonados, fertilizaciones (ver artículo sobre fertilizantes en jardinería). Te recomiendo hacer un calendario de actividades a realizar para que no se nos pase el tren y se instale definitivamente el frío.
Entre esas tareas, hoy te propongo decantarte por una actividad realmente gratificante, que es la plantación de bulbos. En esta época se siembran aquellos que florecerán entre fines de invierno y principios de primavera, como los afamados tulipanes, narcisos y jacintos. Otros, como azucenas, dahlias y gladiolos, se siembran en la primavera ya que florecerán más tarde.
Durante el otoño, las bulbosas echarán raíces y se irán adaptando al sitio antes del momento de florecer, varios meses más tarde. Muchas bulbosas también necesitan de “sufrir” el frío para desarrollarse bien, como los tulipanes. Por lo que al plantar en otoño las exponemos deliberadamente al frío invernal.
Hoy quiero traerte 5 consejos para que planifiques tu cantero de bulbosas. ¡Vamos a ello!
Elige bulbos sanos
Siempre compra los bulbos en establecimientos de los que te fíes. Si vienen empaquetados de origen, mejor porque ya te anticipan color de flor y variedad. Revisa que no tengan manchas marrones, costras, rajaduras. No siempre es fácil de ver, pero ante la duda mejor descartar aquel que tenga algunos de estos signos de daño.
Cuidado al plantar
El tamaño del bulbo nos dice mucho. Coloca los bulbos en hoyos que tengan una profundidad de 2 veces la altura del bulbo. Respeta la posición. La parte más chata hacia abajo mientras que el extremo más agudo hacia arriba.
El suelo es clave
Prepara bien el suelo en donde pondrás los bulbos. Si el suelo es muy estéril, incorpora compost bien descompuesto (ver artículo de abonos orgánicos). Si el suelo fuera muy pesado y húmedo, incorporar además tierra arenosa. Recuerda: el agua debe infiltrar con agilidad una vez que riegas o llueve, ya que los bulbos no aguantan el encharcamiento.
Armar combinaciones compatibles
Tanto si los plantarás en tierra como en el suelo es recomendable, aunque sea una mínima planificación de cara a la primavera. Si vas a combinar más de una especie, ten en cuenta fecha de floración y altura de las especies. Funciona bien mezclar anuales de temporada con bulbosas, ya que estas estallarán en color y anunciarán la primavera como un efecto sorpresa. Después de florecer, la mayoría de las bulbosas no son muy atractivas ni se deben podar, y entonces las anuales ayudarán a que esto pase desapercibido. Por ejemplo, violas o pensamientos color blanco (anual de invierno-primavera) con narcisos amarillos sembrados entre medio. ¡Espectáculo garantizado!
Un grupo de plantas que es muy compatible con las bulbosas es el de las gramíneas. Por ejemplo, combinar narcisos amarillos con coirones, muy probablemente resulte en un hermoso conjunto que se llevará todas las miradas a fines de invierno.
Estudia la ubicación
Hay bulbosas de sol y otras que toleran la mediasombra. Es necesario estudiar los requerimientos de cada especie para satisfacer sus necesidades de luz. La gran mayoría se beneficia con posiciones de sol a mediasombra. Lo mismo para las combinaciones. Elegir dos o más especies que tengan requerimientos similares para subsistir.
Ve y recorre viveros y otros locales afines para descubrir lo que están ofreciendo. También existe una oferta online muy grande. Las bulbosas, bien cuidadas, son pura alegría. Sus flores son impactantes y llenan de expectativa esa aún lejana primavera. Como última recomendación, empieza con especies fáciles, como los narcisos, fresias, tulipanes. Cuando le agarres técnica y gustito, experimenta con nuevas especies. La diversidad es enorme y tan bella que es facilísimo caer en la tentación de llevarse todo. Te lo digo por total experiencia.
¡Feliz otoño!