Cuando estamos planificando nuestro jardín o el de un cliente, suele salir a la luz una pregunta… ¿Cómo haré para que el jardín se luzca todo el año? Se trata de uno de los mayores desafíos en el diseño de jardines. Por un lado, no inclinar la balanza hacia plantas de hoja perenne que no ofrecen mayores sorpresas durante el año y, por el otro, no caer en el error de poner todas plantas que en invierno se deslucirán por completo.
Primero, no está del todo bien hablar de “error”. Mejor hay que decir “sirve” o “no sirve”. Me explico: si un espacio no se va a utilizar o no va a tener protagonismo en el invierno, entonces no tiene tanto sentido romperse la cabeza planificando un jardín que no vaya a perder impacto en esos meses. Por el contrario, hay espacios que, sin ser transitables en invierno, tienen gran protagonismo porque quizás se los aprecie desde la casa, edificio, etc.
Es todo cuestión de planificar y tener un objetivo claro. Y para ayudarte un poco, acá te presento 3 plantas que te ayudarán cuando necesites un jardín con interés invernal.
- Laurentino (Viburnum tinus)
Es un arbusto de hoja perenne que, además de su atractivo follaje verde oscuro, presenta una abundante floración desde mediados de invierno. Forma inflorescencias blancas, levemente perfumadas. Previamente, los pimpollos tienen diferentes tonalidades de rosa.

Se lo utiliza bastante como cerco, siendo ese su principal destino. Como tal, tiene la ventaja de no perder las hojas, y por ende no deja de cumplir nunca su función. Es, además, una planta muy interesante para poda decorativa. Se adapta a la formación de esferas verdes. De esta forma nos sirve para no perder presencia de verde en un paisaje invernal.
Es bastante rústica. Aunque puede ser atacada por arañuela. No resiste los suelos pesados, que se encharcan con facilidad, ya que es sensible de la pudrición de raíces. Puede cultivarse tanto al sol como a la mediasombra.
- Forsitia (Forsythia intermedia)
Arbusto de hoja caducifolia que despliega todo su interés a fines de invierno, siendo una de las primeras plantas en lucirse antes de la primavera. Produce flores amarillo intenso que recubren por completo a las ramas, aún sin hojas.

Es una planta cuya posición debe pensarse bien, porque allí donde se ponga, dirigirá todas las miradas cuando esté en flor. Suele plantarse en grupos.
Si se va a podar, conviene hacerlo después de la floración, ya que florece solo en ramas jóvenes. De esa manera, brotará con vigor y nos dará material para las nuevas floraciones del año siguiente. Cultivar a pleno sol.
- Membrillero de flor (Chaenomeles speciosa)
Ampliamente cultivado casi exclusivamente por su impactante floración. Es un arbusto muy ramificado, de la familia de los frutales de carozo y pepita, con hoja caediza.
Con los primeros días templados que auguran el declive del invierno, el membrillero de flor se funda en flores rojas, fucsias o blancas (hay distintas variedades) y deja atónito al más desprevenido.

Conviene plantarlo a pleno sol y en grupos, siempre que sea un espacio grande, así el impacto es más contundente. El resto del año aporta verde con su follaje, pero no destaca.
- Bonus track: Junquillo (Narcissus sp.)
¿Queda un lugarcito para mi flor preferida? Dentro del universo de los narcisos, hay dos grandes distinciones. El narciso de flor grande tipo “trompeta” (los daffodil en inglés) y los narcisos tipo junquillos. Estos últimos se diferencian porque las flores son pequeñas, pero dispuestas en una inflorescencia. Otra gran diferencia, es el increíble perfume (invasivo para ciertas narices) y que florecen más temprano que los narcisos comunes.

Los junquillos son bulbos que tienden a naturalizarse fácilmente en los jardines, con lo que pasan a cuidarse casi en automático. Empiezan a vegetar a finales de otoño y las varas florales despliegan sus flores durante el invierno. Tanto más temprano cuanto más templado es el invierno.
Valen la pena por la nota silvestre y espontánea que dan en los jardines. Se pueden mezclar junto con otras plantas y hasta en áreas de pradera (lo mejor de todo), siempre teniendo en cuenta que hay que preservar sus hojas hasta que se sequen espontáneamente bien entrada la primavera.
Van al sol o mediasombra y necesitan de inviernos fríos para prosperar mejor.
No importa que tan gris parezca el invierno. Darle un toque llamativo no es una tarea compleja si se planifica con un objetivo claro. Normalmente, es una cuestión de balance entre aquellas plantas que deslucen en invierno y otras que nunca pierden presencia o la tienen solo en esos meses fríos.
¡Feliz otoño!