Ni bien entramos en un vivero, la mayoría de nosotros (por no decir todos), nos veremos inmediatamente seducidos por los colores y, cuanto más intensos, mejor.
Esto se debe a que los colores intensos excitan nuestro sentido de la vista. Cuanto más intenso es un color o más llamativo para nosotros, haciendo que nos llame primero la atención.
Un arma de doble filo
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Nuestra adhesión hacia el color, puede ser peligroso especialmente para quien diseña el jardín, ya que puede verse condicionado a utilizar los colores en forma desmesurada en un jardín con tal de contentar nuestro instinto innato (y el del cliente) hacia la atracción por lo colorido.
Claro, hay excepciones. Y como todo lo que tiene que ver con gustos, existe un componente cultural muy potente.
Se dice que la cultura latina es particularmente devota de los colores. Esto parece bajar a muchos aspectos de nuestras vidas, incluidos los jardines.
Por el contrario, la cultura anglosajona tiene una tendencia muy clara hacia los jardines donde el verde es preponderante, quizás ligado a una idiosincrasia más tranquila.
Sea como sea, en este mundo del color, los jardines son un festín a los sentidos.
Y la vista es sin dudas el más importante de los sentidos en un jardín.
Y eso se logra con jardines donde los elementos estéticos se trabajan al detalle, siendo el manejo del color uno de ellos.
El follaje disciplinado… ¿es normal?
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Dentro de la interminable gama de colores y tonos que encontramos en la naturaleza, los variegados o disciplinados son una categoría curiosa de plantas que se caracterizan por una alteración en la coloración normal de las hojas, manifestándose como motas, bandas o manchas de color blanquecino a amarillento que se entremezclan con el color característico de la hoja.
Las explicaciones de este fenómeno pueden ser varias, desde la inoculación de la planta tipo (variedad original) con algún virus (siendo el síntoma de este los cambios de color) hasta mutaciones genética de otra índole, incluso inducidas en laboratorio o a veces que ocurrieron en forma espontánea.


Cuando la coloración variegada o disciplinada no existe en la planta original o de base, entonces siempre será una variedad de la especie.
Por ejemplo, la Olea texanum es la especie tipo “original”, mientras que la versión disciplinada de esa misma especie se llama Olea texanum “Aurea”.
Cuestión de variedades
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En botánica, hablamos de variedades cuando dentro de las características que presenta la especie tipo aparece alguna diferencia que es lo suficientemente marcada como para considerarla aparte.
Si esto pudiese trasladarse a los humanos, supongamos que yo soy la especie Ezequiel con característica únicas que me definen (altura, color de piel, tamaño de manos, color de ojos, etc), y de repente conseguimos a un Ezequiel más alto. Es decir, es todo igual solo que más alto. Como esa característica nos puede ser útil en ciertas circunstancias, la bautizaremos Ezequiel “Alto” y buscaremos perpetuar esa característica, reproduciendo muchos Ezequiel “Alto”.
Ahora bien, sigamos con los variegados y descubramos cómo utilizarlos bien el jardín.
El círculo cromático siempre en el bolsillo
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Antes de comenzar a discutir sobre colores, indefectiblemente debemos remitirnos al círculo cromático.

Si tenemos en cuenta que en las plantas disciplinadas abundan los verde-amarillentos y amarillentos, debemos quedarnos por ese lado del círculo cromático para aprender a utilizarlo exclusivamente desde el punto de vista del color.
Pero antes de hablar en detalles de armonías y contrastes, también debemos considerar el rol crucial que pueden tener estas plantas en situaciones de un jardín donde no hay luz solar directa y, por ende, se torna muy oscuro. >>En este artículo hablamos sobre el tema<<.
Jugar con los contrastes
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Podemos hablar de que, para generar contrastes interesantes, debemos valernos de colores lilas y morados.
Los primeros son comunes en flores (Salvia farinacea, Salvia leucantha, Ceratostigma plumbaginoides, Agapanthus africanus).
Los segundos se pueden conseguir principalmente en los follajes (Prunus cerasifera “Pissardii”, Berberis thumbergii “Atropurpurea”, Dodonea viscosa “Atropurpurea”).
Para los disciplinados que tienden al verdoso (Pittosporum “Maggi”, Pittosporum tobira “Variegata”), el contraste más agresivo será con el rojo, el cual puede llegar a ser muy intenso.
Si de por sí el verde y rojo son intensos, imaginen si le sumamos una cuota de blanco. Puede llegar a ser demasiado filoso.
Ocurre algo curioso, sin embargo, cuando pensamos ahora en las armonías
Los amarillos y naranjas son los que mejor armonizarían por un lado con los variegados y, sin embargo, ocurre que el peso visual de estas plantas hace que recurrir a flores amarillas, naranjas o verdosas, tiendan a perderse.
Una cosa es que el color de la planta lo aporte el follaje y otra las flores.
El primero “ocupa mucho más volumen” que el segundo factor (flores) por lo que es difícil de compensar visualmente y se logre un resultado interesante por ese lado.
Del otro bando de las armonías, aparecen los verdes (regresa a la imagen del círculo cromático) los cuales se tornan buenos acompañantes de los disciplinados.
¿Qué opinamos del uso de follajes disciplinados en el jardín?
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Si pensáramos en la situación más lograda en cuanto a la inclusión de variegados en un jardín, diríamos sin que nos tiemble el pulso que los mejores resultados llegan cuando el color más importante es el verde (en sus diferentes tonos y jugando con las texturas) con algunos aportes muy aislados de follajes disciplinados.
La justificación de lo anterior (ya sabés que nos encanta racionalizar casi todo), es que lo bueno debe usarse con mesura para que no deje de ser una sorpresa.
Como esa canción que te encanta y escuchás tres o cuatro veces por día y en poco tiempo no querés saber nada más de ella, o ese amigo pesado que te invitaba todos los santos días a jugar en la niñez.
Lo que en principio es un factor sorpresa y destaca dentro de un contexto “normal”, dejará de serlo tan pronto como se vuelva moneda corriente.
Por eso, insistimos, los golpes sorpresa o las variedades especiales que aportan alguna nota particular en un jardín, deberían ser la excepción y no la regla si queremos que permanezcan con ese estatus de “la sorpresa”.
En la próxima entrega, te presentaremos especies que nosotros te recomendamos para implementar este lindo efecto en los jardines: los follajes variegados.
¡Hasta la próxima! Que tengas un excelente día.
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Buenisimo como siempre …cuando explican lo hacen de una forma directa y concisa..
Muchas gracias x compartir sus experiencias!!!!
Muchísimas gracias Marce! Saludos!
Cuánto aprendo con udes., gracias por compartirlo!!!!
Que bueno Stella! Para nosotros es un placer. Saludos!
Excelente Ezequiel y Francisco! Son clases muy claras y específicas. Muy útiles los links incluidos en las explicaciones que remiten a conocimientos necesarios. De a poco voy incorporando conceptos que desconocīa. Muy lindas sus reflexiones de conectarnos con las sensaciones que nos despiertan las plantas, tal cual, lo que generan en nosotros cuando les prestamos atención es una experiencia única. 🤗🦋
Muchas gracias por tu feedback Lidia. Te mandamos un abrazo grande
Estimados Ezequiel y Francisco, gracias por su generosidad de compartir sus conocimientos claros y concisos. Debo admitir que, en el afán de tener un jardín colorido en un pequeño espacio ( y sin tener conocimientos previos) tengo un tremendo desorden al punto que quisiera empezar de cero. De a poco comenzaré a implementar todo lo que estoy aprendiendo. Inmensamente agradecida. Saludos desde Misiones!
Muchas gracias Liliana! Siempre que el color te esté molestando, es momento de ir planificando cambios!
Gracias por compartir sus conocimientos y experiencias !
Gracias por la generosidad de compartir sus conocimientos.
Lo aprecio mucho !
Muchas gracias, no estaba segura de como hacer el cerco de mi casa y con este blog me aclararon las dudas. Gracias por su generosidad!