El secreto de los canteros que se ven siempre lindos

¿Diseñar y construir canteros bellos es una ciencia o un arte?

Tiene de las dos cosas. Aunque me atrevería a decir que mucho más de ciencia que de arte.

Y esto se ve cada vez que nos sentamos a diseñar un nuevo cantero. Se convierte en todo un desafío, sin importar cuánto hace que lleves en el rubro.

Porque siempre hay una situación distinta en cuanto a la cantidad de luz que recibirá ese cantero, su exposición al frío, la calidad del suelo y los gustos particulares de cada cliente.

Por supuesto, también quedará atado a cuánto conocimiento tengamos sobre las plantas que podemos utilizar, no solo por los cuidados que van a requerir, sino porque es nuestra herramienta para pronosticar de qué manera crecerán.

Sin irme por las ramas, vamos al grano con lo que vengo a charlarles hoy: un poco de la ciencia que hay detrás de diseñar canteros que se vean lindos en cualquier momento.

Y es oportuno aclarar que los canteros (y jardines como un todo) pueden encararse desde diferentes ángulos o puntos de vista.

Debemos hacernos preguntas tales como: ¿cuál es el objetivo esencial de ese jardín? ¿quién y con qué frecuencia lo mantendrá? ¿cuál es el presupuesto con que contamos nosotros o el cliente?

De lo que respondamos a cada una de esas preguntas, se desprenden enfoques diferentes.

Por ejemplo, un jardín estilo silvestre (muy en boga este tiempo), probablemente no se adapte a un cliente que no está dispuesto a invertir en un seguimiento profesional para mantener el jardín.

Por el contrario, jardines más estructurales y rígidos, tienden a ser mucho más sencillos y familiares para quienes se dedican al rubro del mantenimiento de jardines, lo cual presenta una ventaja por ese lado.

Sin embargo, el problema de los jardines demasiado rígidos es que estamos priorizando la belleza o simpleza de un jardín por sobre otros aspectos que cada día apremian más en nuestro planeta: la inclusión de biodiversidad, flores, dinamismo, que contribuya al alimento de insectos y aves. Verdaderos ecosistemas.

Y no estoy diciendo que los jardines más “salvajes” sean menos bellos ni mucho menos. De hecho, superan con creces las posibilidades de creatividad, permitiendo jugar sin límites con movimientos, formas, combinaciones de colores, contrastes y sorpresas.

Veamos entonces 3 tipos generales de canteros.

  • Canteros estáticos

Se relacionan con el concepto de jardines formales, más antiguos. La norma son las plantas que no sufren variaciones importantes con el paso de las estaciones y son en su mayoría siempre verdes.

  • Canteros dinámicos

Directamente ligados al concepto de paisajismo naturalista, donde la naturaleza es fuente de inspiración, con sus paisajes siempre cambiantes, momentos de plenitud y otros de quietud total (invierno).

  • Canteros mixtos

Es una combinación de formalidad y naturalidad. La clave está en el equilibrio y la cuidadosa selección de las especies. Son los que mejor funcionan hoy en día, y cumplen con la premisa de ser atractivos todo el año, pese a que no son estáticos.

Bien, ahora vamos a entender los conceptos técnicos detrás de los canteros mixtos porque, como te digo, son los que mejor funcionan la mayoría de las veces (la mayoría, no siempre).

¿Por qué canteros mixtos?

Porque estamos considerando por un lado que los jardines, a diferencia de la naturaleza, tienen un peso importante hacia la estática. Necesitamos tener un grado de orden, porque eso nos gusta a los humanos.

Tener un grado de orden, equilibrio.

Pero a su vez, dentro de esa estructura, nos podemos dar el lujo de incluir especies diversas, la belleza de las flores impactantes, los ritmos estacionales y el escalonado de diferentes efectos en el jardín.

La parte rígida de un cantero mixto, está ocupada por especies siempreverdes. Es decir, de hojas persistentes. Y si tienen además una forma más estructurada y definida, mejor (esfera, por ejemplo).

Aquí se incluyen arbustos, algunos árboles y herbáceas como algunas gramíneas que mantienen cierto aspecto en cualquier momento del año.

Estas especies se ordenan en el cantero según una matriz. Como un tejido.

Por eso le llamamos a estas plantas “estructurantes”, porque son como la estructura de la casa, los cimientos de un cantero.

Al elegir las plantas estructurantes que formarán nuestra matriz, es importante pensar en el tamaño que alcanzan, si no terminarán copando todo el cantero en detrimento de las demás plantas, y si son fácilmente combinables con el resto de las plantas que pensamos incluir en el cantero.

También es vital considerar que, si al crecer y madurar, las plantas de la matriz no modificarán demasiado las condiciones del cantero, como la cantidad de luz que recibe, si competirán mucho con sus raíces o si tienden a propagarse de algún modo.

Plantas de matriz para canteros chicos-medianos: boj (Buxus sempervirens), santolinas grises (Santolina chamaecyparissus), agapantos (Agapanthus sp.), miscantos (Miscanthus sp.), lirios germánicos (Iris germanica), romero, orégano, tomillo.

Plantas de matriz para canteros grandes o muy grandes: fotinias (Photinia x fraseri), abelias (Abelia grandiflora), dodoneas (Dodonea viscosa), westringias (Westringia fruticosa), árbol del humo (Cotinus coggygria).

Veamos un ejemplo bien esquemático de cómo diagramar un cantero mixto.

Como ya te dije, primero se trata de pensar en la estructura, porque estas plantas tendrán una posición fija y debe ser estratégica, pensando que desde la visual principal del cantero, no vayan a quedar claros en algún momento del año.

En este caso, la visual es desde la parte de debajo de la imagen hacia arriba.

Entonces, acá decido incluir en mi matriz una contención de azareros enanos, que me formarán con el tiempo un bloque verde pulcro todo el año.

Luego pienso cómo jugar con otras texturas y alturas.

Se me ocurre incluir miscantos (Miscanthus gracillimus), porque son mucho más altos que los azareros enanos y tienen una textura totalmente opuesta.

Tercero, creo que me podría faltar altura en esta composición. Por eso, decido incluir Cupressus Totem (ciprés columnar Totem), que crecen solo unos pocos metros de alto.

Ahora considero que el cantero así como está sería atractivo todo el año.

Es momento entonces de pensar en las plantas que traerán color y dinamismo.

Me enfoco en los espacios vacíos y empiezo a elegir especies que podrían rellenarlos. Siempre pensando en dimensiones, períodos de floración, hábitos de crecimiento. No quiero que la composición sea un caos.

Primero, creo que las gauras blancas harán una adición excelente, por su soltura y el color blanco lucirá con la vegetación de la matriz.

Para cortar con la sobriedad, agrego los tonos cálidos de unas valerianas rosadas.

Para terminar, incluyo alguna herbácea anual que me ayude a disimular rápido los espacios vacíos y pueda resembrarse con mucha facilidad.

Por ejemplo, salpicando amapolas rojas entre las plantas, las cuales pueden sembrarse en el mismo cantero en otoño o bien en envases y plantarlas a fines de invierno.

De esta manera, ya nos aseguramos de que este cantero tiene algo que mostrar todo el año. Con un prolongado efecto de floración y un mantenimiento bajo.

En conclusión.

Lo más importante es pensar en la o las especies que formarán la estructura permanente del cantero.

No significa que las especies tienen que ser inmutables.

Por ejemplo, el miscanto del ejemplo tiene una gran variación estacional, pero como me gusta mucho el aspecto invernal, lo considero parte de la estructura.

Debo conocer perfecto de qué manera se van a comportar estas especies, y planificar un calendario de intervenciones en consecuencia.

Solo cuando he definido mi estructura, pasaré a ocupar los espacios libres con herbáceas perennes y anuales (o solo perennes), pensando en los períodos de floración, mantenimiento requerido y que sean compatibles entre sí.

El resultado, debería ser una composición equilibrada, dinámica, cambiante. Que no sea un dolor de cabeza mantenerla, ni que tenga que intervenirla muchas veces para que se vea como quiero.

La idea es procurar que las plantas se desarrollen con la mayor soltura y libertad posible. Yo solo voy a intervenir con podas ocasionales, limpieza de material seco o helado y desmalezando.

Y recordá. Cuanto más conozcamos las plantas que nos gustan, mejores resultados iremos teniendo en el tiempo.

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16 comentarios en “El secreto de los canteros que se ven siempre lindos”

  1. Ya tengo el kit, es bárbaro muchas gracias. Esta genial porque tengo que diseñar el frente de mi casa y quiero esto mismo que desarrollan arriba, algo que este florecido o verde en algún momento del año. excelente y gracias por compartir esta información con todos nosotros. Saludos cordiales y muchas felicidades. los sigo por Instagram.

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